Te invito a olvidar quién eres.
Te invito a fracasar; te invito a que camines hacia delante y nunca te gires para ver qué arrastras contigo. Te invito a que arriesgues, a que apuestes y falles, a que pares tus relojes durante todo un día y disfrutes. Te invito a emborracharte de adrenalina, a no esquivar el riesgo y a escaparte. Te invito a que cierres los ojos y esperes, a que olvides tus fronteras y a que te enamores. Te invito a aceptar tus tentaciones, a fantasear y a gritar tu mayor secreto en la Gran Vía de Madrid. Te invito a que te admires, a que te adores y a estar orgullosa de tí. Te invito a crecer, pero también a volver atrás y repetir todo lo que quieras. Te invito a incumplir tu mayor premisa, a perder las formas y a volverte loca.
Te invito a descubrirte. Y a que te des a conocer.